Paradójico
es el destino, impredecible sin duda, pues jamás hubiera sospechado que el mío
vendría a buscarme aquella pavorosa noche en la que decenas de rayos iluminaban
el cielo, mientras éste lloraba en cortinas de agua. La recordaré el resto de
mis días, pero no por el horrible temporal que últimamente azotaba Oldsense con
impredecibles cambios, sino porque significó el comienzo de una vida distinta a
todo cuanto conocía. Una vida que me había estado esperando.
Esa noche
mi padre estaba atareado en su taller: un viejo reloj de cuco se empeñaba en
dejar pasar el tiempo demasiado deprisa, algo que el mejor relojero de la zona
no podía permitir en manera alguna. Recuerdo cada uno de los detalles de esa
noche que cambió mi vida haciendo que toda mi existencia cobrara sentido. Me
encontraba arrodillada junto a la chimenea buscando algo de calor cuando oí
ruidos en el establo. Pensé en avisar a mi padre pero supuse que habría sido
nuestra yegua asustada por la tormenta. Así que me levanté, cogí el abrigo, un
candelabro y salí de casa en dirección al establo. La noche era helada y el
silencio habitual del bosque se veía interrumpido por el sonido de la lluvia. A
pesar de la fama que había conseguido mi padre, tras la enfermedad que se llevó
la vida de mi madre cuando yo apenas tenía tres años, se había ido alejando de
todo cuanto tuviera que ver con la “civilización”. Siempre había sido un
solitario y nunca habíamos tenido grandes lujos. Vivíamos en una pequeña casita
en medio del bosque y rara vez visitábamos la villa de Oldsense. Todo cuanto
necesitábamos era tenernos el uno al otro. Mi padre siempre decía que le
bastaba con mirarme a los ojos, unos ojos que según él habían heredado la
alegría de los de mi madre, para ser feliz. Entré en el establo y posé el
candelabro en uno de los cajones de la entrada. La habitación no era muy
grande, lo justo para que nuestra vieja yegua estuviera cómoda y un pequeño
desván donde mi padre guardaba viejos trastos. Me acerqué al caballo para
comprobar que estuviera bien, pero un ruido me paralizó. Me di la vuelta de
inmediato y comprobé que no estaba sola. Esa fue la primera vez que nuestras
miradas se encontraron y, desde entonces, quedarían unidas para siempre. La
tenue luz de la vela me permitió ver que se trataba de un niño de unos diez
años, más o menos de mi misma edad, a pesar de ser tan diferente a mí. Su piel
era pálida como la porcelana, su pelo moreno y liso caía a ambos lados de su
rostro y sus ojos azules eran tan hermosos como el mar en calma. A pesar de que
ese brillo los delatara. Aquel niño había estado llorando por algo que le
causaba un gran sufrimiento, aunque ahora me mirase con curiosidad.
- ¿Quién eres?
El niño
me miró sorprendido, como si hubiese estado a punto de hacerme la misma
pregunta.
- Me
llamo Christoph Herzen.
Herzen. A
pesar de no frecuentar Oldsense, incluso yo conocía ese apellido. Ese niño
debía ser el hijo del conde Herzen, el Lord de la Comarca de Verlionen que, tal
y como había oído a mi padre, había fallecido hacía un par de semanas tras una
larga enfermedad. Christoph se acercó unos pasos hacia mí y sentí como el
corazón se me aceleraba. Rara vez había tenido la oportunidad de tratar con los
chicos del pueblo. Por ello, tener delante de mí a Christoph me ponía bastante
nerviosa. Pero me di cuenta de que no sólo por no saber cómo tratarle, sino
por algo que iba más allá, algo a lo que
todavía no podía poner nombre, algo que se parecía demasiado a la fascinación.
- Yo soy
Clarice de Havilland –estuve a punto de tenderle la mano, pero me contuve.
Demasiado formal.- ¿Estás bien? Parece que hayas llorado.
Christoph
torció el gesto con orgullo, como si lo hubiera pillado en un momento que lo
avergonzara, pero su bello rostro pareció ceder y me miró intentando decidir si
merecía escuchar su historia.
- Lo
siento, no tendría que haber entrado aquí de este modo. No debería estar aquí.
-
Quédate- aunque era un completo extraño, pero a pesar de lo peculiar de la
situación, algo dentro de mí suplicaba porque el niño no abandonara el establo.
No sabiendo que algo le hacía sufrir tanto.- Puedes confiar en mí.
- Lo sé.
Éramos
dos desconocidos, dos vidas que se encontraban por primera vez, pero algo dentro
de nosotros sabía que habíamos nacido para encontrarnos. Ahora sé que mi vida
no era completa, que faltaba algo dentro de mí antes de sorprenderlo esa noche
en mi casa. Ahora sé que mi final era amarlo con todo mi ser. Ajenos a cuanto
estaba por venir y, sintiendo algo nuevo nacer en nuestro interior, nos
sentamos en el desván del establo. Su padre acababa de morir y él se sentía
completamente solo. Había quedado al cargo de su tío, el cual parecía no
reparar en la existencia de su sobrino. Esa tarde había encontrado rota la
cajita de música de su madre, su único recuerdo, y su tío le echaba la culpa a
él. Cansado de la situación había salido corriendo en dirección al bosque y
había terminado en mi establo. Escuché en silencio su relato. Él intentaba no
llorar por puro orgullo. Sentía su rabia como mía y una falta inmensa de
consuelo y cariño. Le abracé con torpeza. No sé cuánto tiempo permanecimos así,
el uno en brazos del otro, en el silencio de una noche que parecía haberse
calmado al fin. Recuerdo que Christoph me apartó con suavidad: debía volver a
casa. Su marcha me dolía demasiado y tuve miedo de no volver a verle. Un
sentimiento absurdo hacia un extraño, aunque ya no lo fuese tanto. Ambos
sabíamos que volveríamos a encontrarnos pero, hasta entonces, decidí hacerle un
regalo. Esa noche no podía dejarle un recuerdo tan amargo cuando para mí había
sido la más dulce de mi vida. Sabiendo que una parte de mi se iba con él, antes
de que se marchara, me quité el collar del cisne tallado en madera que mi padre
me había regalado en mi primer cumpleaños y que, desde entonces llevaba
conmigo, y se lo ofrecí a él. Era nuestro pequeño vínculo, símbolo de la más hermosa
amistad desde esa noche y aquel cosquilleo que ambos sentíamos al mirarnos, a
la altura del estómago. Un sentimiento que se convertiría en algo mucho más
embriagador en nuestro próximo encuentro. Desde aquella noche que llevaré
conmigo hasta el final de mis días, mi pequeño cisne sigue volando sobre su
cuello. Y así será siempre: el recuerdo de una promesa de amor eterno.
Primera página del Diario de Clarice, 16 de
Mayo de 1812
Me ha encantado como siempre. Te has hecho esperar. Estoy deseando leer el proximo capitulo.
ResponderEliminarUn saludo, Aida
Muchas gracias, Aida.
EliminarMe encataría haceros llegar la historia entera, pero depende de que este blog se extienda el que yo os haga llegar nuevos capítulos. No hay nada que desee más que podáis leer Delirio algún día ;) Me hace mucha ilusión que te haya gustado ;))
Precioso!!!! Ojalá no tengamos que esperar tanto para el próximo capítulo. Un beso.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana ;))
EliminarMe alegra mucho que te siga gustando.
Cuanto más rápido crezca este blog antes os podré hacer llegar nuevos capítulos. Y ya somos 100 seguidores!!!!!!
Hola, es la primera vez que entro en tu blog y decirte que me ha encantado.. que espero ansiosa el próximo capitulo..
ResponderEliminarUn beso enorme
Belén.-
Muchas gracias, Beléngreece ;))
EliminarGracias por hacerte seguidora del blog y comentar lo que te ha parecido. Me hace mucha ilusión que hayas podido llegar a este blog y que la historia te haya gustado. Bienvenida a este sueño ;)
Fantástico como siempre, me encanta. ¡Que historia mas bonita!. Espero con impaciencia el siguiente capítulo, pero aún más, espero poder algún día tener el libro publicado en mis manos, sin duda merece la pena.
ResponderEliminarUn beso.
Muchas gracias, Marisa ;)
EliminarMe alegra mucho que te haya gustado. Estoy covencida de que todos podremos tener algún día Delirio en papel ;))
Enhorabuena por los 100 seguidores!!! Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Roses ;))
EliminarSoñamos con llegar a los doscientos? Estoy segura de que podemos conseguirlo :)
Precioso de verdad, coincido con Marisa, me encantaria verlo publicado y ¿quien sabe?, que me lo puedas dedicar quizás en la feria del libro. Un beso
ResponderEliminarMuchas gracias, Martina ;))
EliminarOjalá pueda algún día firmarte ese libro: sería un sueño cumplido ;) Quería además darte las gracias por haber estado difundido este blog por la blogosfera: mil gracias por hacer que este sueño llegue a más gente
Que maravilla, no me extraña que ya seamos 100 seguidores y ¡claro que llegaremos a ser 200!, te mereces todo el éxito por tu trabajo, cada vez somos más los que queremos ver "Delirio" publicado, mi más sincera enhorabuena.
ResponderEliminarMuchas gracias, Ana ;))
EliminarEstoy segura de que con vuestra ayuda podremos conseguirlo: los sueños pueden hacerse realidad ;))
Estoy enganchada con la historia. Me engancha mucho la incertidumbre de no saber qué va a pasar. Por cierto, ¿tienes portada?. Quiero hacer una entrada en mi blog, y es por ponerle alguna imagen.
ResponderEliminarBesos y enhorabuena!
Muchas gracias, Aran ;))
EliminarNo, no tengo ninguna portada, pero puedes utilizar si quieres el logo del blog ;) Avisame si publicas esa entrada para que te añada a los agradecimientos.
Hola!
ResponderEliminarSe que hace como un mes te dije que me pasaría y leería tu historia, Pero había estado super copada, Pero ahora si
La historia me ha encantado y me tiene super curiosa e intrigada, Ese pueblo es raro todo un misterio.
Escribes fantástico me gusta como describes los ambientes!
Espero el próximo!
Muchas gracias, Lulee.
EliminarNo sabes la ilusión que me hace saber que no te habías olvidado de esta historia. Te agradezco que hayas vuelto para dar una oportunidad a Delirio: me alegra saber que además no te ha decepcionado ;)
Hola! Por recomendación de Aran del Blog Espíritu Libre me he pasado por tu blog, y aquí me quedo. Me está gustado mucho la historia, me ha encantado, y por eso quisiera hacer una pequeña contribución para que cumplas tu sueño. Si te apetece pasarte por mi blog, en él he dado la opinión sobre lo que hasta ahora he visto de tu libro y lo he recomendado, por supuesto; aquí te dejo el enlace: http://mandarica.blogspot.com.es/2012/05/delirio.html . Estoy deseando leer el siguiente capítulo. Ánimo!!!
ResponderEliminarMuchas gracias, Mandarica.
EliminarBienvenida a este sueño: me hace mucha ilusión que hayas encontrado este blog a través de Aran que ha colaborado mucho con este proyecto ;)
Mil gracias por contribuir desde tu blog con Delirio: ya te he añadido a los agradecimientos :)Espero que el resto de la historia siga gustándote como hasta ahora.
¡Hola! Me enterado por el correo que recibí esta mañana y no he podido parar hasta terminarlo completo...¡Está maravilloso!! De verdad me ha encantado... Te voy a enviar un correo con una propuesta ;-)
ResponderEliminarMuchas gracias Emma ;)
EliminarBienvenida a este sueño: me alegra mucho que Delirio te haya gustado. Espero con ilusión tu propuesta ;))